“Un indio solo gobierna cada barco de éstos; ponese al cabo de la popa y échase de pechos sobre el barco, y los brazos y piernas le sirven de remos”, escribió el cronista Inca Garcilaso de la Vega en su obra Comentarios Reales, publicada en 1609
Por Ítalo Sifuentes Alemán *
La excelencia de los antiguos nadadores peruanos es mencionada en 1609 por el Inca Garcilaso de la Vega en su obra Comentarios Reales, en la que dejó registrado este testimonio:
“Sin las balsas, hacen otros barquillos más manuales: son de un haz rollizo de enea, del grueso de un buey; átanlo fuertemente, y del medio adelante lo abusan y lo levantan hacia arriba como proa de barco, para que rompa y corte el agua… Un indio solo gobierna cada barco de éstos; ponese al cabo de la popa y échase de pechos sobre el barco, y los brazos y piernas le sirven de remos, y así lo lleva al amor del agua… Los indios de toda la costa del Perú entran a pescar en la mar en los barquillos de enea que dijimos: entran cuatro y cinco y seis leguas la mar adentro y más si es menester, porque aquel mar es manso y se deja hollar de tan flacos bajeles. Para llevar o traer cargas mayores usan de las balsas de madera. Los pescadores, para andar por la mar, se sientan sobre sus piernas, poniéndose de rodillas encima de su haz de enea, van bogando con una caña gruesa de una braza en largo, hendida por medio a la larga. Hay cañas en aquella tierra tan gruesas como la pierna y el muslo”.
Una pieza cerámica muestra nítidamente la información proporcionada en 1609 por el Inca Garcilaso de la Vega. Se trata del tablista de Chepén, así llamado por tratarse de un habitante de esa localidad del norte peruano donde se desarrolló la cultura Chavín entre los años 1200 a. C. – 400 a. C., así como la cultura mochica (100 a.C. y 700 d.C.) El ceramio de Chepén se encuentra custodiado en el Museo Etnográfico de Berlín. Sus medidas son: 19,3 x 26,8 x 10,6 cm. Se consigna como pieza cerámica de la civilización inca.
Desde hace un siglo formaba parte de la colección de Wilhelm Gretzer (1847-1926), el alemán que a Perú llegó en 1872 para dedicarse íntegramente a sus tareas laborales y a coleccionar decenas de obras prehispánicas, las cuales, tras marcharse del país, pasaron a pertenecer a dicho museo, el cual fue fundado en 1873 contando con otras colecciones de Perú y otras partes del mundo.
Él era un comerciante textil que, en 1924, vio publicarse las fotografías de una parte de su colección de antigüedades en el libro titulado The art of gold Peru, a cargo de su compatriota, el editor Walter Lehmann, director de Etnología del Instituto de Berlín del Museo Etnográfico.
*Fuente: Juegos en el Perú. Cancha de encuentros culturales. Obra de investigación de Renzo Manyari Velazco, Ítalo Sifuentes Alemán, Wilder Buleje Agüero. Lima, 2025.








































2 Comentarios
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iarana
Estimado lector:
El crédito figura al final de la nota informativa. Te lo vuelvo a copiar: *Fuente: Juegos en el Perú. Cancha de encuentros culturales. Obra de investigación de Renzo Manyari Velazco, Ítalo Sifuentes Alemán, Wilder Buleje Agüero. Lima, 2025.
Gracias por seguirnos.
Saludos