La verdad, no se logra entender el motivo por el cual no se hizo en tal esquina un paso a desnivel, un simple túnel o cualquier intercambio vial que nos evite un recorrido innecesario, el estrés que el mismo genera y el lógico enojo de quienes soportan el maltrato

Por: Antero Flores-Araoz
Con absoluta desvergüenza, la empresa concesionaria de “Línea Amarilla”, colocó un inmenso cartel encima de las casetas de peaje, casi en la intercepción de la vía de Circunvalación con la Avenida Las Palmeras, de la Urbanización Camacho en La Molina.
El aviso en cuestión, (felizmente ya retirado) tan grande o mayor que la desvergüenza mencionada en el párrafo anterior, anunciaba que si se usa la Línea Amarilla que conecta con la carretera de “Circunvalación”, desde el punto mencionado hasta el Aeropuerto Jorge Chávez, llevará únicamente 47 minutos, lo cual de ser cierto pues sería maravilloso, teniendo en cuenta el tiempo que se pierde en nuestra capital para trasladarse a cualquier punto de la ciudad, siendo irrelevante si se utiliza vehículo propio o de transporte público, o si se trata de transporte de pasajeros o de carga. Todos los ocupantes, cualquiera sea el vehículo en que se trasladan, y más los conductores, terminan estresados y los alumnos de colegios y universidades, al igual que los trabajadores del Sector Público o del Sector Privado, si llegan a tiempo a sus centros de estudios o de trabajo, merecerían un Premio Nobel o un Oscar especial por su heroísmo de usar medios de transportes, cuando quizás caminando pudieran llegar en menos tiempo al destino.
Bueno pues, dejemos la divagación pues no somos ministros explicando las supuestas bondades nazis y señalemos la motivación de este artículo, que no es otra que advertir, que si se utiliza la Línea Amarilla para arribar al Aeropuerto, quizás y con mucha suerte y si no hay tráfico, se llegue en los 47 minutos de la propaganda. Empero si la ruta es de regreso, es decir desde el Aeropuerto hasta la caseta de peaje en que estaba colocado el letrero de marras, no hay forma en hacerlo en los 47 minutos, ni siquiera por milagro ni tampoco rezándole al Padre Urraca, a la Beatita de Humay o a Sarita Colonia.
La demora es increíblemente larga pues desde la Avenida Faucett, en lugar de voltear hacia la izquierda y tomar la Avenida Morales Duárez hay que doblar a la derecha, y por la misma Avenida Morales Duárez recorrer muchas cuadras hacia el Callao y luego voltear en U y esperar a que cambie la luz del semáforo entre las Avenidas Faucett y Morales Duárez para proseguir el trayecto.
La verdad, no se logra entender el motivo por el cual no se hizo en tal esquina un paso a desnivel, un simple túnel o cualquier intercambio vial que nos evite un recorrido innecesario, el estrés que el mismo genera y el lógico enojo de quienes soportan el maltrato.
No engañen, pongan las cosas como son, sobre todo en avisos publicitarios. Quizás pudieron cambiar el letrero al siguiente anuncio: Con mucha suerte y de madrugada podrían llegar al Aeropuerto en 47 minutos, pero se garantiza que el retorno y el tiempo de recorrerlo, ni Mandrake lo puede adivinar.
Por si acaso, reconozco ser fan de los peajes, pero sin engañifas.
Antero Flores-Araoz
Parlamentario de 1990 al 2006, incluyendo congresista constituyente
Presidente del Congreso 2004-2005
Embajador ante la OEA 2007
Ministro de Defensa 2008-2009
Premier 2020
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