Los menores de 5 años son uno de los grupos más vulnerables frente a las infecciones respiratorias durante el cambio de clima, según reportes del Ministerio de Salud (MINSA)
En esta época del año, los bebés suelen estar más expuestos a resfríos, alergias o molestias respiratorias. Si bien estas afecciones no se pueden evitar, una alimentación variada y nutritiva, adecuada a su edad, puede ayudar a fortalecer sus defensas. El abrigo adecuado, la vacunación al día, la higiene de manos y los espacios ventilados también contribuyen a proteger su salud durante los meses fríos.
La pediatra Ana Cecilia Vidal señala que tener una dieta rica en vitaminas A, C y D, así como en hierro y zinc, favorece el funcionamiento del sistema inmunológico en los primeros años de vida. Estos nutrientes están presentes en alimentos accesibles y fáciles de incluir en las comidas diarias.
“A los niños que ya iniciaron la alimentación complementaria se les puede ofrecer comidas tibias, como papillas o cremas, que conservan una mayor densidad calórica y aportan más energía, a diferencia de los licuados. Más que enfocarse en un solo alimento por su contenido vitamínico, lo recomendable es ofrecer variedad para asegurar un buen aporte de nutrientes”, indicó la especialista.
Además, la Dra. Vidal resalta la importancia de observar, con el acompañamiento de un especialista, cómo reacciona el bebé ante nuevos ingredientes: “Desde los seis meses, se pueden incorporar especies de origen vegetal o animal con propiedades beneficiosas, siempre respetando su etapa de desarrollo y siguiendo las indicaciones de su médico”.
Junto a Babysec, la pediatra Vidal recomienda cinco alimentos que pueden contribuir con reforzar el sistema inmune de tu bebé durante este invierno:
1.- Zapallo o calabaza: Son ricos en vitamina A y fáciles de digerir, ideales para preparar cremas o purés.
2.- Brócoli cocido: Fuente de vitamina C por excelencia, ayuda a fortalecer el sistema inmune y puede ofrecerse en pequeñas porciones.
3.- Lentejas: Aportan hierro y proteínas. Se pueden preparar en papillas suaves y bien cocidas.
4.- Frutas cítricas: La naranja o mandarina en trozos pequeños, -no en jugos-, para aprovechar tanto la vitamina C como la fibra. Su ingesta siempre debe adaptarse a la edad del bebé y con supervisión.
5.- Pescado cocido: La pulpa del bonito o merluza contiene vitamina D y ácidos grasos buenos para la salud; puede incorporarse desde los 6 meses, bien cocido y sin espinas.
Si tienes dudas, recuerda consultar con el pediatra que acompaña el crecimiento de tu bebé.







































