Creemos que debería reevaluarse la reapertura del Penal del SEPA en plena selva. Dicho penal fue creado en 1948 con la idea adicional de servir como instrumento de colonización de la Amazonía. Este penal por presiones, dejó de funcionar en 1987

Por: Antero Flores-Araoz
Secreto a voces es que se necesitan más establecimientos penales. Si la población crece, normalmente también aumenta la delincuencia y se necesitan más penales.
En nuestra patria los establecimientos penales están lamentablemente abarrotados de internos, la gran mayoría simples inculpados sin sentencia condenatoria. La hacinación es de espanto y hasta los servicios higiénicos están tugurizados.
Es más que evidente que en tales cárceles nadie va a resocializarse, que es uno de los objetivos de las penas privativas de libertad. En lugar de ser establecimientos para la recuperación social de los internos, prácticamente es un post grado en delincuencia.
Como todo ello es sabido, y como adicionalmente hay más que evidencias que desde los penales se planifican infinidad de actos delictuosos, todo el mundo clama por la construcción de más penales, y que no alberguen a mayor número de internos que lo que debe ser su aforo regular.
Como lamentablemente existen muchas necesidades que debe solventar el Estado, con recursos económicos claramente insuficientes, se hace necesario, además de mayor número de penales, alternativas adecuadas como son los grilletes electrónicos para reos primarios y delitos leves, al igual que concesionar al sector privado la construcción y manejo de penales adicionales.
Es deplorable que siendo la situación penitenciaria tan grave como lo observamos, se siga irresponsable e indiscriminadamente, utilizando el mecanismo de detención preventiva hasta para delitos culposos, muchos originados en accidentes de tránsito.
El resultado de ello es que de más de setenta mil internos en establecimientos penales, más de cuarenta mil no tengan sentencia, y algunos fiscales sigan con toda facilidad clamando por encarcelar a inculpados en lugar de exigir a los jueces prontos procesamientos y expedición de sentencias.
Creemos que debería reevaluarse la reapertura del Penal del SEPA en plena selva. Dicho penal fue creado en 1948 con la idea adicional de servir como instrumento de colonización de la Amazonía. Este penal por presiones, dejó de funcionar en 1987. No hay razón valedera para que no se reabra y ayude a descongestionar otros establecimientos carcelarios.
En Lima, contábamos con el Penal de San Jorge, para inculpados primarios, el que estaba en el Cercado de Lima, en lo que fue el Cuartel de Santa Catalina. Este penal, fue cerrado en el 2014 para hacer un centro comercial y complejo de viviendas, para que con su monetización se pudieran construir otras edificaciones carcelarias. Ni lo uno ni lo otro, sino que fue en los hechos tomado por el Poder Judicial para futuras instalaciones de la Corte Superior de Lima, cuando tenía más lógica reabrir dicho penal, en el ánimo de ayudar a la descongestión de otros penales.
Ojalá nuestras autoridades, mientras se edifican otros penales, por lo menos puedan reabrir él SEPA y el Penal San Jorge.
Antero Flores-Araoz
Parlamentario de 1990 al 2006, incluyendo congresista constituyente
Presidente del Congreso 2004-2005
Embajador ante la OEA 2007
Ministro de Defensa 2008-2009
Premier 2020
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