Esta ley establece que, en casos de flagrancia, donde se detecte a un delincuente cometiendo un delito, las fuerzas del orden tienen la facultad de usar la fuerza letal para neutralizar la amenaza, sin necesidad de esperar un juicio o una orden judicial.
La normativa también especifica que no se tomará en cuenta si el arma que posee el delincuente es falsa, inoperativa o aparente, dando libertad a los agentes de seguridad para actuar rápidamente en situaciones de alto riesgo








































