En la Seguridad Social también hay quejas por la mala atención a los asegurados, sobre todo en centros de salud y hospitales en que te dan cita para las calendas griegas y si el paciente regresa, ya no se sabe si es para curarse o para que le practiquen la autopsia

Por: Antero Flores-Araoz
Es facilísimo formular protestas, con razón o sin ella, pero lo difícil es acompañarlas con propuestas de solución a la problemática, serias y posibles por supuesto y no cualquier proposición descabellada como vemos a menudo.
Se protesta por todo como por ejemplo a la ex presidenta, que no hablaba con la prensa, pero si lo hace le caían con todo. Si iba a la Fiscalía y su tránsito en ella fue breve, pues inmediata crítica, pero sí estuvo varias horas de inmediato se preguntarán ¿qué le habrán encontrado?
Si la criminalidad organizada, los asaltos, robos, defraudaciones y extorsiones entre otros que se soportan a diario, de inmediato se arremete contra la Policía, pero principalmente por el responsable político del Sector que es el ministro del Interior. Le caen sin piedad e incluso le exigen que de a conocer las estrategias para reducir el campo delictivo. Felizmente no lo hace pues de hacerlo pondría en aviso y advertencia a los delincuentes que, conociendo las formas de enfrentarlos, buscarán las fórmulas de como escabullirse de la acción policial y de la Justicia.
Los transportistas también reclaman por los actos delictivos en las vías de comunicación terrestres, incluso hacen paralizaciones que no arreglan nada y perjudican a los usuarios, pero de propuestas “niente”.
También es constante la crítica por los exagerados trámites para cualquier cosa y por la burocracia -no toda por si acaso- sumamente ineficiente, que se cuida de responsabilidades pidiendo más y más informes que por lo general son innecesarios y solo sirven para demorar los procedimientos administrativos. Se solicita a los administrados que informen sobre los procedimientos innecesarios y sus sugerencias para abreviar los necesarios, pero pocos se dan la molestia de expresar sus opiniones.
Si existen obras públicas paralizadas, los gritos ya son elevados y con toda legitimidad, pues ellas se hacen con los impuestos que pagamos los contribuyentes y, cuanto menos tiempo demanden, más rápido estarán al servicio de la población, como pueden ser carreteras, estadios, hospitales, escuelas, postas médicas, limpieza y descolmatación de cauces y tantas otras obras indispensables. Empero no se señalan propuestas para el reinicio de las obras, que bien podría ser la resolución de contratos y entregarlas al postor que tuvo el siguiente puesto en la correspondiente contratación de la obra pública, entre otras soluciones.
En lo judicial sucede lo mismo. Todos nos quejamos con total y absoluta razón de las demoras insufribles de las investigaciones en el Ministerio Público, así como de los procesamientos en el Poder Judicial. Sin embargo, son muy pocos los que aportan soluciones. La nueva presidenta del Poder Judicial se queja de que existen leyes que aprueba el Congreso que retrasan los procesos. Es posible que en algo se retarden, pero no los años y los años que ya nos tienen hasta la coronilla.
Si creen que hay normas que el Congreso ha sancionado y que afectan la duración de los procesos, los justiciables y sus abogados nos preguntamos el motivo por el que no emitieron opinión en contrario fundamentada y a tiempo, a finde que el Parlamento hubiera podido tomarlas en cuenta
En la Seguridad Social también hay quejas por la mala atención a los asegurados, sobre todo en centros de salud y hospitales en que te dan cita para las calendas griegas y si el paciente regresa, ya no se sabe si es para curarse o para que le practiquen la autopsia. En los consultorios se necesitan más turnos y bien podrían estar abiertos las 24 horas, ya que hay asegurados que trabajan en el día y pueden tratar su salud en horario nocturno y viceversa. Hay soluciones, pero los quejosos deben proponerlas y exigirlas.
No más críticas y quejas, que por más que tengan razones, de nada servirán si es que no van acompañadas de propuestas lúcidas de solución.
Antero Flores-Araoz
Parlamentario de 1990 al 2006, incluyendo congresista constituyente
Presidente del Congreso 2004-2005
Embajador ante la OEA 2007
Ministro de Defensa 2008-2009
Premier 2020
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