Más de 150 personas de la tercera edad fueron impedidas de realizar un compartir navideño previamente coordinado y, en su lugar, fueron recibidas con desmonte, basura y desperdicios colocados en el acceso al local
Una escena que ha generado indignación y profundo malestar se vivió esta mañana en el distrito de La Molina, cuando más de 150 adultos mayores acudieron al frontis del Centro Integral de Atención al Adulto Mayor (CIAM) para participar en un compartir navideño previamente pactado. En lugar de encontrar un espacio dispuesto para el encuentro, los asistentes se toparon con un cúmulo de desmonte, basura y desperdicios colocados estratégicamente en el acceso, impidiéndoles el ingreso y el desarrollo de la actividad.
Desde hace más de diez meses, los adultos mayores utilizan este espacio para realizar clases y actividades recreativas, luego de haber sido impedidos de acceder al interior del CIAM. No obstante, este viernes la situación escaló a un nivel que los asistentes calificaron como hostil y agresivo, al encontrar el frontis del local deliberadamente bloqueado por residuos y desechos, lo que fue interpretado como una respuesta municipal intimidatoria frente a su presencia.
Según los testimonios recogidos, los adultos mayores fueron conminados a permanecer arrinconados en una esquina, sin permitirles el paso, mientras el lugar era rodeado por un despliegue desproporcionado de serenazgo, compuesto por cuatro vehículos, seis motocicletas y más de veinte agentes, generando temor, angustia y una sensación de criminalización injustificada.
Este hecho no es aislado. Se produce en un contexto reiterado de cierre y restricción de servicios sociales en La Molina, que ha afectado directamente a poblaciones vulnerables. En los últimos meses, el distrito ha registrado el cierre de Molisalud, así como el cierre del centro ARIE, institución dedicada a la atención de niños con discapacidad y necesidades especiales, dejando a decenas de familias sin servicios esenciales.
«Nuestros padres, abuelos ahora se enfrentan a montículos de basura en un espacio destinado a su cuidado. Esto es, sin duda alguna, una afectación directa a la dignidad humana, incompatible con los principios molinenses de cuidado a las personas más vulnerables», expresó María Pía Paz de la Barra, abogada de los adultos mayores afectados.
Los asistentes exigieron a la Municipalidad de La Molina explicaciones inmediatas, el restablecimiento del acceso a espacios públicos para actividades de bienestar, y el cese de acciones que consideran intimidatorias y humillantes, especialmente en fechas cercanas a la Navidad.





































