Los partidos con representación en el parlamento que sueñan con tener más oportunidad para ganar las elecciones a los gobiernos regionales y municipalidades, eliminando de la competencia a los movimientos regionales, hay que decirles que soñar no cuesta nada La realidad es que la mayoría de estos partidos que postulen en las elecciones regionales y municipales no tendrán mucha oportunidad. El costo político de su actuación en este periodo les pasará la factura
Por: Mg. Franz Portugal Bernedo
En el marco de la contrarreforma política, que impulsa la mayoría parlamentaria, la eliminación de los movimientos regionales se ha puesto en la agenda partiendo de la errada tesis que son una competencia a los partidos políticos. No entienden los autores de la propuesta que en política los vacíos de poder son ocupados por otros actores.
Los movimientos regionales han surgido y tenido éxito en las elecciones regionales y locales porque los partidos han sido incapaces, no solo de presentar candidatos, sino también, de perder en aquellas circunscripciones donde se presentaron en la competencia electoral.
Como lo hemos señalado en otros artículos, la descentralización debería generar una clase política regional capaz de hacer cargo de la gestión de su territorio. La crisis de representación de los partidos políticos que se gestó a partir de las reformas desarrolladas por el gobierno militar de Velasco Alvarado dejó obsoletas muchas de las banderas programáticas de los partidos políticos y, además, cambio el tejido social del país. En consecuencia, esta crisis debilitó a los partidos dejando espacios que fueron cubiertos por los movimientos regionales que estaban más cerca de los problemas de cada territorio.
El otro problema es que muchos de los problemas, limitaciones y vicios de los partidos políticos se trasladaron a los movimientos regionales, salvo honrosas excepciones. Los problemas son los mismos de la representacional nacional, candidatos no idóneos para los cargo de elección popular, incapacidad de ejecutar una buena gestión pública y corrupción.
Proyectos presentados
Para la eliminación de los movimientos regionales se presentaron tres proyectos de ley, dos de ellos presentados por Acción Popular y el otro por Somos Perú. El dictamen de la Comisión de Constitución sobre estos tres proyectos en noviembre del 2023 fue dejado de lado de manera de manera intempestiva. Se volvió a incluir la eliminación de los movimientos regionales en el dictamen de reelección de gobernadores y alcaldes que el Pleno del Congreso aprobó, el 29 de mayo en primera votación, con 92 votos a favor, 25 en contra y 3 abstenciones, de los Proyectos de Ley 2027, 2067, 2225, 2287, 2303, 2343 y 6375, que proponen la ley de reforma constitucional de los artículos 35,191 y 194 de la Constitución Política del Perú.
Justamente se incluyó el artículo 35 que no estaba previamente, que es el artículo de la Constitución que decía que “Los ciudadanos pueden ejercer sus derechos individualmente o a través de partidos políticos, movimientos o alianzas, conforme a ley”. Se eliminó “movimientos”.
El título del dictamen en cuestión es “Ley de reforma constitucional de los artículos 35,191 y 194 de la Constitución Política del Perú a fin de fortalecer la democracia representativa y establecer la reelección por un periodo adicional de manera inmediata para alcaldes y gobernadores regionales”. Como nos tienen acostumbrado el Congreso los títulos de las leyes dicen todo lo contrario del contenido de la norma. No se está fortaleciendo la denominada democracia representativa.
En el Perú actualmente existen 84 movimientos regionales inscritos y otros 23 en proceso de inscripción. De aprobarse en la siguiente legislatura, que empieza a fines de julio, la segunda votación, todos los movimientos regionales quedaría fuera de las próximas elecciones. Posiblemente se vote en agosto y se conseguiría la misma votación de 92 votos de la primera votación, salvo que los movimientos regionales desarrollen una movilización nacional importante que se lo impida
Los argumentos de la Comisión de Constitución
El argumento central de la Comisión de Constitución es que “se puede sostener que contrariamente a su objeto que era fortalecer la democracia, los movimientos regionales, han promovido la desinstitucionalización de la democracia, y hasta cierto punto la corrupción debido a su bajo nivel de fiscalización y reglas no igualitarias para la competencia política.” Resulta paradójico que los que dicen esto están justamente haciendo eso.
La Comisión de Constitución ha recurrido al “test de proporcionalidad”, como herramienta metodológica para evaluar su constitucionalidad de su propuesta.
El Test de Proporcionalidad es la metodología adoptada por el Tribunal Constitucional para resolver conflictos de derechos fundamentales o bienes constitucionales y se divide en tres subexámenes. Según la Comisión de Constitución, bajo este análisis, no se justifica la existencia de los movimientos regionales.
El primer examen es el de Idoneidad, afirman que el fin perseguido con la eliminación de los movimientos regionales es fortaleces la democracia representativa, así como el derecho a la participación política de los ciudadanos, mientras que la existencia de los movimientos regionales tiene como fin materializar el derecho al sufragio pasivo como activo a nivel regional, así como el derecho a la libre asociación. Expresamente se puede apreciar que hay una contradicción expresa en la argumentación de la Comisión de Constitución. No se está fortaleciendo la democracia representativa sino debilitándola.
Precisemos, en la Constitución Española señala que el derecho de sufragio activo implica que “los ciudadanos tienen el derecho a participar en los asuntos públicos, directamente o por medio de representantes, libremente elegidos en elecciones periódicas por sufragio universal”. Asimismo, el derecho de sufragio pasivo conlleva que también “tienen derecho a acceder en condiciones de igualdad a las funciones y cargos públicos, con los requisitos que señalen las leyes”.
El segundo examen que realiza la Comisión de Constitución es el examen de necesidad, allí sostiene lo siguiente: “… no existe otra vía igualmente eficiente para cumplir con la finalidad deseada, la que es constitucionalmente idónea y afecta en menor medida o grado el derecho de participación política de los electores, especialmente el derecho al sufragio, tanto pasivo como activo, puesto que los partidos políticos canalizarían tales ejercicios fundamentales”. Respecto al derecho a la libertad de asociación, afirman que “los actuales movimientos regionales existentes pueden convertirse en partidos políticos
vía fusión o integración. En ese sentido, estos derechos no son estrictamente restringidos, pudiendo ser reconducidos por intermedio de los partidos políticos”. No dice que se está eliminando una forma de participación reduciéndolo exclusivamente a los partidos políticos nacionales, lo que obviamente reduce el derecho de participación política de los ciudadanos regionales.
Y el tercer examen de proporcionalidad dice, “puesto que el posible menoscabo o detrimento en el derecho al sufragio y la libertad de asociación con fines políticos conducidos actualmente a través de los movimientos regionales, sería mejor ahora con solo con los partidos políticos permite un mejor desarrollo de la democracia representativa, así como el ejercicio óptimo del derecho a la participación política de toda la ciudadanía a nivel nacional en su conjunto”. Obviamente esta afirmación contradice la realidad actual de los partidos políticos en el Congreso ni hablar de la representación en el Poder Ejecutivo.
Como se habrá podido apreciar la redacción poco clara y débil en argumentación en este Test de proporcionalidad, para sustentar la eliminación de los movimientos regionales, deja en evidencia la precariedad técnica legal de la Comisión de Constitución.
El problema es que los argumentos en contra de los movimientos regionales también se aplican a los partidos políticos actuales, supuestamente beneficiados. Por ejemplo, afirman que de los 161 movimientos regionales habilitados para participar en las Elecciones Regionales y Municipales 2022, el 74.5% de estos perdieron su inscripción, es decir de los 161 movimientos regionales, 120 de ellos perdieron su inscripción al no ser representativos. No mencionan que en el caso de los partidos políticos que participaron en las elecciones generales del 2021, que fueron 18, solo tuvieron representación en el Congreso 10, los demás perdieron su inscripción, es decir 45% perdieron su inscripción.
Al poco tiempo las bancadas estallaron y se fragmentaron y el transfuguismo fue el pan de cada día.
Como se evidenció en las elecciones regionales y municipales del 2022 (ERM 2022) los partidos políticos fueron incapaces de presentar candidaturas en todas las regiones y municipalidades. En las ERM 2022, el 45.7 % de las candidaturas fueron presentadas por movimientos regionales y una alianza electoral, el 54.3 % fue presentado por partidos políticos. Los movimientos regionales obtuvieron un mayor éxito electoral durante las ERM 2022 con un 56 % de autoridades electas en comparación con el 42 % de los partidos políticos. Hay que señalar que, a diferencia de los partidos políticos, los movimientos regionales han mantenido un mayor éxito electoral durante los procesos subnacionales desde el 2010.
La realidad muestra que no existen partidos sólidos en el sistema democrático actual, la eliminación de los movimientos regionales no permitiría el fortalecimientos institucional de los partidos políticos puesto que, además, el conjunto de contrarreformas políticas ha hecho todo lo contrario, debilitan los partidos institucionalmente para dejarlos al manejo vertical de los “dueños” de los partidos.
Finalmente, los partidos con representación en el parlamento que sueñan con tener más oportunidad para ganar las elecciones a los gobiernos regionales y municipalidades, eliminando de la competencia a los movimientos regionales, hay que decirles que soñar no cuesta nada La realidad es que la mayoría de estos partidos que postulen en las elecciones regionales y municipales no tendrán mucha oportunidad. El costo político de su actuación en este periodo les pasará la factura.
Franz Portugal
Sociólogo
Profesor de la UNMSM
Presidente del Instituto Gobernancia
Director del programa de radio PERÚ 2030