Muchas de ellas tienen un alto contenido de azúcar que proporciona gran cantidad de calorías adicionales no deseadas
Por: Armando Félix Zambrano
Mg. en Nutrición y Salud
Universidad Internacional de Valencia
Conversaba con un amigo médico que le toco trabajar en año nuevo en una clínica particular cerca de una playa muy concurrida por los jóvenes. Lo que me contó fue aterrador, muchísimos casos de intoxicación alcohólica, muchas más que hace unos años. A caso los jóvenes ¿Están bebiendo más alcohol? La respuesta quizá esta en la mezcla de estás bebidas “energizantes” con el alcohol. Quienes consumen estas bebidas junto a alcohol quieren evitar sentirse “mareados” para que la fiesta dure toda la noche y no dejar de beber, pero esta mezcla, alcohol y bebidas “energizantes” son muy peligrosas.
Lo que sucede es que el alcohol deprime el sistema nervioso central, produciendo, sensación de confusión, cansancio e incluso sueño, que es una forma natural que el organismo tiene para evitar que se siga consumiendo más alcohol y evitar mayor daño, pero estas bebidas “energizantes”, impiden que se alcancen estos sistemas de protección, y hacen lo contrario, es decir estimulan el sistema nervioso central, provocando euforia, excitación, de esta forma las personas ya no se sienten “mareadas”, y van a terminar consumiendo más alcohol de lo que su cuerpo puede metabolizar, provocando la intoxicación alcohólica , poniendo en peligro su salud y de quienes lo rodean, ya que se ha observado que quienes consumen bebidas alcohólicas mezcladas con bebidas “energéticas” tienen más probabilidades de conducir un automóvil en estado de ebriedad en comparación con quienes consumen solo alcohol, ya que no sienten las señales internas de intoxicación aguda , y los hace sentir que no están mareados, y toman malas decisiones como las de conducir vehículos cuando no están en capacidad de poder hacerlo, por la intoxicación alcohólica de ese momento.
El efecto estimulante de estas bebidas se debe a su alto contenido de cafeína (hasta 3 tazas) su exceso puede aumentar la frecuencia cardíaca y la presión arterial, interrumpir el sueño y causar ansiedad, también pueden tener taurina, guaraná, la L-carnitina, vitaminas y otros ingredientes supuestamente beneficios. y comercializadas por su supuesto efecto «estimulante, energizante y/o potenciador».
Les comento que la taurina, nuestro cuerpo fabrica siempre de forma natural, y se le atribuyen mejorar la función cognitiva o el rendimiento deportivo. Pero según la EFSA (European Food Safety Authority) estas afirmaciones no tienen ningún sustento científico. Otros ingredientes que pueden tener estas bebidas son los extractos de estimulantes herbales (muchas de ellas no se ha estudiado sus efectos en humanos) lo que no asegura su inocuidad. Además, muchas de ellas tienen un alto contenido de azúcar que proporciona gran cantidad de calorías adicionales no deseadas.
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Esta mezcla es tan peligrosa que en España el Ministerio de Consumo publicó el año pasado un informe para intentar disminuir su consumo, titulado “Consumo responsable de bebidas energéticas”. Cabe mencionar que la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) no permite, que los fabricantes las atribuyan ni la capacidad de “energizar” ni tampoco la capacidad de: mejorar el rendimiento mental, el sentido de alerta o la memoria a estas bebidas, ya que a ciencia cierta eso no está demostrado
También es muy preocupante que cada vez más niños y adolescentes (entre 10 y 18 años) consumen estas bebidas. En un reciente estudio en España. Se encontró que casi casi el 20% de los menores de diez años toma en promedio dos litros mensuales de estás bebidas “energéticas”.
Ojalá no bebas alcohol en exceso, ni consumas estas bebidas “energéticas”, pero si bebes algunas de estas POR FAVOR NO LAS MEZCLES.
P.D. Recuerdo que hace un año le regalaron a mi hijo, que aún no era menor de edad, una bebida “energética”. Por algún buen motivo mi hijo no la consumió y la dejo en la refrigeradora hasta que lo botamos meses después. Estas bebidas siempre me causaron una mala sensación, quizá por eso mi hijo no la consumió, porque seguro en algún momento algo he comentado sobre ellas.
Cómo me enoja la forma que estas empresas manejan el marketing.
Marczinski, Cecile A et al. “Differential development of acute tolerance may explain heightened rates of impaired driving after consumption of alcohol mixed with energy drinks versus alcohol alone.” Experimental and clinical psychopharmacology vol. 26,2 (2018): 147-155. doi:10.1037/pha0000173
Rubio, Carmen et al. “Caffeine, D-glucuronolactone and Taurine Content in Energy Drinks: Exposure and Risk Assessment.” Nutrients vol. 14,23 5103. 1 Dec. 2022, doi:10.3390/nu14235103
Wassef, Bishoy et al. “Effects of energy drinks on the cardiovascular system.” World journal of cardiology vol. 9,11 (2017): 796-806. doi:10.4330/wjc.v9.i11.796