Por: Ignacio Arana Bullón
Para nadie es un secreto que para este año, 2017, la configuración mundial se ha trastocado tanto como lo fue en su momento la caída del muro de Berlín.
Los intereses económicos y territoriales no son los mismos que en el 2016. Y la forma cómo los países europeos adopten o se adapten a estos cambios determinará en gran medida su estabilidad económica y social.
Entre los desafíos que enfrentarán los países europeos está la salida del Reino Unido de la Unión Europea (UE), que se prevé entre el 11 y el 31 de marzo.
Con esta coyuntura, la UE experimenta uno de sus peores momentos, más aún cuando se encuentra en aumento la proliferación de populismos y ultraderechismos xenófobos y la debilidad de las familias políticas tradicionales que construyeron el welfare europeo.
Resulta indudable que está nueva situación alterará las economías de los países europeos, muchos de ellos ya se encuentran modificando sus estrategias comerciales para acomodarse a esta nueva perspectiva y sacar el mayor provecho posible.
Xavier Rolet, responsable de la Bolsa de Londres, informó que el sector financiero británico podría perder más de 232,000 puestos de trabajo si se prolonga demasiado la incertidumbre sobre las condiciones de la salida del Reino Unido de la Unión Europea.
La era Trump
Otro desafío que se avecina a los países europeos es el gobierno de Donald Trump en Estados Unidos.
Muchos han señalado que es un salto a lo desconocido y no se sabe con certeza qué medidas adoptará el presidente estadounidense con respecto a temas que son vitales para los europeos como seguridad, migración y terrorismo, entre otros.
Hasta el momento, representantes de la UE y la OTAN han saludado al gobierno de Trump y le han solicitado cooperación mutua para su lucha contra el terrorismo y el ISIS, un poco para amenguar el papel de Rusia en este tema, tanto en el flanco oriental europeo y Oriente Medio.
El acuerdo comercial entre las dos primeras potencias económicas y comerciales del planeta, que ya enfrentaba dudas, puede darse por muerto. El acuerdo del clima de París podría ser la siguiente víctima.
Con Trump no se sabe cuál será la suerte de Grecia en la Eurozona y si USA entrará en una economía mucho más proteccionista.
Asimismo, algunos países del flanco oriental europeo temen que Trump acuerde con Putin una especie de reparto de influencias en la zona.
Mirada a Latinoamérica
Un tercer desafío que tendrán que enfrentar los países europeos es voltear sus miradas hacia el continente latinoamericano. Establecer lazos comerciales con los países de esta área del mundo podría ser beneficioso para sus economías, en especial, con países como Brasil y Perú, que ha mostrado en los últimos años una estabilidad económica envidiable.
Para el efecto, tendrán que modificar sus políticas arancelarias y de exportación, y establecer lazos de cooperación bilateral, entre otras, para enfrentar las posibles consecuencias económicas y retos que tendrá este año para los países europeos.
Sobretodo, cuando vemos que China e India también se preparan para esta nueva etapa económica y social mundial.