Se le salió el indio rojo

Las iras de Aníbal Torres se desataron luego de conocer el comunicado de las FF.AA. donde prácticamente le dicen que es un “muchachito tonto”. Con un ajo y cebolla mandó a llamar al ministro de Defensa, José Luis Gavidia. Su cólera fue in crescendo ya que el susodicho ministro no le contestaba el celular, solo después del quinto intento logró comunicarse.

Voz en alto
Nos cuentan que el diálogo se inició con una voz en alto de Aníbal que al rato bajo un poco tal vez porque el ministro de Defensa le habría dicho que baje el tono. “Muchachito tonto” le exigió que de inmediato “cuadre” a esos militares por su comunicado y vea la forma de poder retirarlos de sus cargos bajo cualquier pretexto ahora o en el transcurso de los días. “Eso no se puede quedar así”, se escuchó decir a Aníbal.

Legajos
Luego pidió que le llevaran los legajos de inmediato de todos los integrantes del Comando Conjunto para una revisión personal exhaustiva. Tras ello se levantó de su sillón ministerial, despidió a sus asesores, y se encerró en su oficina indicando que no le molesten ya que iba a conversar con Pedro Castillo.

Insoportable
Algo similar ocurrió en ambientes del Mindef. El ministro también montó en cólera. Estaba insoportable según varios de sus colaboradores. Humor que se volvió casi negro cuando los responsables del Comando Conjunto de las FF.AA. no le contestaban los celulares por diversas razones. Hasta que abordó su vehículo oficial y se dirigió a la sede del Comando Conjunto. Entró raudo y mantuvo una reunión con los encargados por alrededor de una hora. De allí salió raudo a Palacio de Gobierno a informar Pedro Castillo que las FF.AA. estaban un poco intranquilas por la postura de “Muchachito tonto”.

A río revuelto….
Ganancia de pescadores, reza un refrán. A quién no le pudo caer de mejor manera el roche de Caníbal con las FF.AA. fue al ministro Salas que no desaprovechó la oportunidad para consolidar su carrera al premierato. Nos cuentan que enterado del comunicado de las FF.AA., canceló citas en su despacho, abordó su auto oficial y se dirigió a Palacio de Gobierno para hablar con el prosor antes que éste viaje a Piura. Le habría recomendado que emita twits de apoyo a las FF.AA. y que inclusive él podría salir a declarar a los medios al respecto. Salió de manera discreta de Palacio ya que no quería encontrarse con Canibal en los pasillos.